Cuando eres un experto, impones respeto en tu nicho. La gente te escucha, presta atención a lo que dices y, sobre todo, compra tus productos.

Ser el experto en tu propio nicho es como escribir tu propio billete a la libertad.

Por supuesto, nunca llegarás a ser "El Experto" en un campo tan amplio como la pérdida de peso. Pero si te centras en "Pérdida de peso para madres primerizas", "Pérdida de peso para futuras novias" o "Pérdida de peso para videojugadores", puedes convertirte en el experto de tu nicho.

Estaba leyendo el libro de Russell Brunson, "Secretos de experto", y empieza dando algunos ejemplos de lo fácil que es convertirse en experto.

Cuando Russell estaba en la universidad, intentó hacer marketing por Internet, pero fracasó. Entonces, en las vacaciones de primavera, cuando estaba aburridísimo, él y un amigo decidieron construir una pistola de patatas.

La cuestión era que no sabían CÓMO construir una pistola de patatas. Sólo sonaba divertido. Así que empezaron a investigar.

Descubrieron cosas como la relación correcta entre el volumen del barril y el de la cámara, los propulsores adecuados, la presión correcta para los tubos, cómo NO volarse por los aires y mucho más. Armados con esta información, fueron a la tienda y compraron sus suministros. Luego pasaron los días siguientes construyendo el arma, buscando un lugar para dispararla y, sí, disparando el arma en sí.

Se lo pasaron muy bien, y la semana siguiente, cuando Russell estaba en el colegio escuchando al profesor, pensó que preferiría estar disparando su pistola de patatas. Luego se preguntó si habría otras personas que también preferirían estar disparando una pistola de patatas.

Russell lo comprobó, y efectivamente: el mes anterior había habido 18.000 búsquedas del término "planos de pistolas de patatas".

Russell convenció a su amigo para que creara un DVD sobre cómo conseguir los artículos necesarios para construir una pistola de patatas y cómo construir la propia pistola.

Entonces vendió este DVD por Internet. Aunque no hizo una fortuna, ganó lo suficiente para entusiasmarse con el marketing online y así nació su nueva carrera.

Fíjate en lo que hizo Russell para convertirse en un experto. Eligió un tema que le interesaba, lo investigó, experimentó, hizo su propio trabajo y creó un vídeo.

No fue precisamente un trabajo duro, ¿verdad?

Russell da algunos ejemplos más de personas que se convirtieron en "expertos" de la misma manera:

Jacob Hiller siempre quiso encestar, pero se le daba fatal. Así que empezó a investigar para descubrir técnicas que mejoraran su capacidad de salto. Cada vez que encontraba una técnica que funcionaba, grababa un vídeo.

Al principio nadie le prestaba atención, pero al cabo de un tiempo tenía 100 seguidores, luego 1.000 y muy pronto 10.000.

Así que creó un producto y construyó una empresa que gana millones de dólares enseñando a la gente a saltar. Una locura, pero cierto.

Jermaine Griggs tenía problemas para leer partituras, así que aprendió a tocar el piano de oído. Ahora gana millones enseñando a otros a hacer lo mismo.

Liz Benny era una excelente gestora de redes sociales, pero no fue hasta que empezó a enseñar a los demás lo que sabía cuando empezó a ganar millones.

Robert G. Allen dijo una vez que ganó millones haciendo negocios inmobiliarios, pero que ganó cientos de millones de dólares enseñando inmobiliaria.

Piénsalo: ganó MILLONES haciendo negocios inmobiliarios, pero ganó CIENTOS de millones enseñando a otros lo que aprendió.

¿Eres un experto en algo que los demás quieren aprender? Entonces, como dice Russell, estás a un solo embudo de ganar millones.

Pero puede que aún no seas un experto, no pasa nada. Como puedes ver en los ejemplos anteriores, cada una de estas personas aprendió primero a ser un experto y luego construyó su negocio enseñando a otros a hacer lo que ellos hacían.

Ni siquiera Russell nació siendo un gurú del marketing en Internet. Estudió, practicó y trabajó para convertirse en lo que es hoy.

Y lo mismo me pasa a mi y a todos los expertos que ganan 7 cifras en internet.

Una última cosa: puede que ya seas un experto, pero tienes una voz dentro de tu cabeza que dice: "¿Quién soy yo para enseñar a los demás? No soy nadie especial".

Eres especial, pero aún no lo sabes.

Lo que sabes te resulta fácil porque has estudiado y practicado.

Sin embargo, a la mayoría de la gente, lo que sabe le parece algo muy difícil.

Necesitan tu ayuda.

QUIEREN tu ayuda.

Así que hazte esta pregunta: ¿Quién eres tú para negarles la ayuda que necesitan y desean?

Piensa en todas las personas a las que puedes ayudar con tu habilidad. Si no te centras en el dinero que ganarás, sino en ayudar a los demás, podrás crear un negocio de 7 cifras con el que te sentirás muy bien.

Y por cierto, puedes comprar el libro de Russell, "Secretos de experto", en Amazon.