Intenta no golpearte demasiado contra las paredes. Intenta tener una buena familia, divertirte, ahorrar un poco de dinero. No te pases de la raya, no seas demasiado engreído.
Esa es una vida muy limitada. La vida puede ser mucho más amplia una vez que descubres un simple hecho: todo lo que te rodea y que llamas "vida" fue inventado por personas que relativamente no eran más inteligentes que tú y, por tanto, si quieres cambiar algo en tu mundo... puedes cambiarlo, puedes influir en él, puedes construir tus propias cosas que otras personas también pueden utilizar.
Eres más útil de lo que crees. Una vez que lo aprendas, nunca volverás a ser el mismo.
Este es el consejo que aprendí de Steve Jobs. ¿Conoces a ese multimillonario fetichista de Apple? Era genial. Y más que eso, sabía que lo hacía.
Ese fue el mayor secreto de su éxito dentro y fuera de Internet: como tú, al principio pensó "No quiero un trabajo. Quiero ser empresario". La mayoría de nosotros acabamos ahí y dejamos que las dudas nublen cualquier posibilidad de llegar más lejos. Ganamos un poco de dinero, vivimos bastante cómodamente y soñamos de forma realista. Vemos los obstáculos. Pero los obstáculos no nos impiden llegar más lejos, como podríamos pensar; en realidad se trata de lo ingeniosos que somos para afrontarlos. No podemos dejar que unas cuantas pruebas nos dicten dónde está nuestro techo de éxito.
Y aunque ser seguro en lugar de audaz es una buena estrategia si te gusta esta vida... no hay nada malo en un poco de amor propio. Es esto lo que crea la audacia.
Si te preguntas qué tiene que ver ser audaz con tener éxito o crees que hablar de amor propio es demasiado "new-agey"... pongámonos científicos.
55% de toda nuestra comunicación (es decir, cómo nos presentamos al mundo) no es lo que decimos y hacemos. Es nuestro lenguaje corporal. Es lo que hacemos con nuestra cara y nuestro tono. Las palabras que decimos son algo secundario. Y por eso, es esencial creer en ti mismo cada día antes de poner un pie en Internet pensando que vas a ganar un millón porque -demonios- si no te lo crees y no eres congruente, ni un solo cliente se va a creer tampoco que eres el que va a solucionar todos sus problemas.
Así que la próxima vez que digas "No quiero venderme" o "No estoy seguro de que a la gente le guste mi producto" o "¿Estoy cobrando/pidiendo demasiado?", asegúrate de que la respuesta a eso está en consonancia con lo mucho que te valoras a ti mismo. Sé el valor y la gente lo percibirá. Dígase a sí mismo que tiene mucho que ofrecer y que puede hacerlo.
Y por qué no... muchas personas hablan consigo mismas negativamente durante todo el día y esto no es una gran estrategia para la motivación ¿verdad?
Lo diré una última vez... quieres tener éxito.
Hazlo desde dentro: cree primero que puedes. Cree que vales ese dinero. Es desde el miedo y la preocupación desde donde la mayoría de la gente nunca coge el teléfono y llama cuando debería, la mayoría de la gente nunca pide lo que quiere (al precio que quiere) cuando sabe que debería hacerlo. Eso es lo que separa a la gente que hace cosas de la gente que sólo sueña con ellas. Tienes que actuar. Tienes que estar dispuesto a fracasar. Tienes que estar dispuesto a estrellarte y quemarte. Y cuando todo haya terminado y sea hora de levantarse, no serán tus piernas las que te levanten... será tu autoestima.
Respira hondo y dilo: tú lo vales.