Cuando le digas a tu programador lo que quieres, pídele que cree una versión independiente que puedas vender a otros. Podría tratarse de una versión en blanco, sin gráficos ni banners, que usted podría vender a un precio superior a otros vendedores, que a su vez podrían poner su marca en el software y venderlo con su propio nombre.
Esto puede costar un poco más de dinero por adelantado, pero el dinero que ganes con la venta del software probablemente pagará todo el acuerdo, y tal vez incluso te dé beneficios.
¿Y si le pide a su abogado que redacte formularios legales para su sitio web? Pues lo mismo. Pídale a su abogado que haga versiones genéricas que pueda vender a otros vendedores que no puedan permitirse un abogado. Deje claro que tienen que hacer su propia diligencia debida y que usted no está ofreciendo asesoramiento jurídico.
Cada vez que pagues algo caro, pregúntate cómo puedes convertir ese gasto en un flujo de beneficios. Es un simple cambio de mentalidad que puede reducir en gran medida tus gastos generales e incluso poner algo de dinero extra en tu bolsillo.