Cuando pensamos en coaching, lo hacemos a gran escala. Por ejemplo, ayudar a alguien a dar un giro completo a su vida, o a poner en marcha y dirigir un nuevo negocio desde cero.
Pero esos son sólo dos tipos de coaching y no de lo que hablaremos aquí.
Cuando uno se inicia en el marketing online, ¿cuál es uno de los primeros consejos que recibe? Que elijas un nicho concreto y lo reduzcas a un mercado objetivo rentable al que puedas ayudar.
El coaching puede funcionar del mismo modo. En lugar de intentar ser todo para todo el mundo, o de enseñar a alguien todas las facetas y matices de la creación de una empresa desde cero, ¿por qué no le entrenas en esa única cosa en la que eres muy, muy bueno?
Tal vez seas excelente escribiendo, o consiguiendo encargos de escritor fantasma. Tal vez se te dé de maravilla crear sitios web, o el SEO, o conseguir tráfico.
O quizá tu especialidad no tenga nada que ver con el marketing online, pero en cambio eres un maestro de la meditación, o de organizar tu vida, o de priorizar o de lidiar con el TDAH. Las posibilidades son infinitas. Y si lo piensas por un momento, te darás cuenta de que eres muy, muy bueno en algo que los demás quieren aprender.
Si eres tan específico, podrás convertirte en un entrenador de éxito desde ahora mismo.
Quizá seas un maestro descifrando un libro sagrado. O eres increíble ayudando a personas mayores de 50 años a perder peso y ponerse en forma. Tal vez se le dé de maravilla ayudar a la gente a encontrar el rumbo de su vida y a descubrir a qué están destinados. O quizá puedas ayudar a alguien a presentar su negocio de forma que destaque sobre los demás. La lista es interminable.
¿Qué habilidades tienes? ¿Quieres compartirlas con los demás? ¿Disfrutarías perfeccionando aún más esas habilidades mientras las enseñas? Porque cuando te conviertes en coach, uno de los beneficios secundarios es que te vuelves aún más hábil y competente en tu materia. Cada vez lo enseñas mejor. Y así puedes cobrar más y más a medida que progresas y obtienes testimonios positivos de tus clientes.
Volviendo al ámbito del marketing online, olvídate de tratar de entrenar a un nuevo vendedor en la construcción de su negocio de 6 cifras y en su lugar se centran en un solo aspecto, como la adición de 1.000 suscriptores a la semana a su lista, o en la creación de contenido increíble, o en el uso de las redes sociales para convertirse en una estrella en su nicho.
Hay enormes lagunas en el ámbito del coaching, y si puedes llenar una de esas lagunas puedes conseguir más clientes de los que puedes manejar.
Cómo hacerlo: Una vez que haya elegido su nicho de coaching, puede crear un producto de información simple sobre el tema que se vende por un precio bajo de tal vez $10 o $25. A continuación, ofrecer su entrenamiento como el upsell.
Escribe artículos como invitado y concede entrevistas para hablar de tu especialidad. Ofrece mucha información de calidad, pero deja claro que si no quieren hacerlo solos, tú también puedes asesorarles. Corre la voz y los que necesiten tu asesoramiento se apresurarán a reclamar un puesto antes de que desaparezcan todos.
Como el coaching propiamente dicho puede realizarse a través de Skype y el correo electrónico, puedes entrenar a cualquier persona en cualquier parte del mundo.
Y una vez que seas realmente bueno en la enseñanza de tu especialidad, entonces puedes crear un gran curso que enseñe todo lo que enseñarías a un cliente de coaching. A continuación, puede vender este curso para $100 a $1,000 como una alternativa a sus servicios de coaching.
No descartes este concepto pensando que no tienes nada que ofrecer. En el peor de los casos, puede que necesites ponerte al día en tus conocimientos antes de empezar a entrenar. Pero una semana de estudio concentrado puede convertirte en más experto en tu tema que el 99,9% de las personas del planeta.
Tú puedes hacerlo. Puedes convertirte en coach. Y es tan sencillo como hacer lo que todo buen vendedor hace: encontrar tu especialidad que atraiga a un pequeño pero entusiasta segmento del mercado que quiera lo que tú ofreces.