El otro día recibí un correo electrónico de un joven que ha creado seis productos diferentes en cuatro nichos distintos y ha vendido un total de 37 copias. No 37 copias de cada uno - 37 copias en total. Uno de sus productos no vendió ni una sola copia.

¿Debería dejarlo? La mayoría diría que se ha equivocado de profesión y que debería dedicarse a otra cosa. Yo digo que eso es incorrecto, y he aquí por qué:

Cualquiera que tenga la perseverancia de seguir creando productos aunque no consiga ventas acabará teniendo éxito. Es evidente que no tiene miedo al fracaso: si lo tuviera, habría dejado de hacerlo después del primer producto. Y tiene el empuje y la determinación para seguir adelante, incluso cuando todo el mundo a su alrededor le dice que lo deje. Cuando me envió un correo electrónico, me dijo que estaba trabajando en su séptimo producto y, por lo que parece, creo que esta vez tiene un ganador.

Había otro tipo llamado Eddie que quería ser jinete con todas sus fuerzas. Cuando tenía 15 años viajó a Kentucky y se puso a trabajar en el galope de caballos por $15 a la semana. Pero su jefe le dijo que no era lo bastante bueno para ser jinete, así que Eddie escondió las lágrimas, se despidió de su jefe y se marchó a California.

Allí encontró trabajo con el entrenador de caballos Clarence Davison, que dejó a Eddie montar en una carrera. ¿Resultado? Eddie perdió. También perdió su siguiente carrera. Y la siguiente.

De hecho, Eddie siguió compitiendo y perdiendo durante ocho meses seguidos, y después de cada carrera Clarence se sentaba con Eddie y repasaba cada error. Eddie siguió perseverando hasta que, doscientas cincuenta derrotas después, renunció. Es decir, Eddie dejó de perder. Un mes antes de cumplir dieciséis años, Eddie ganó su primera carrera.

No dejó de mejorar bajo la dirección de Clarence, pero dos años más tarde se rompió el cráneo, se fracturó dos costillas y se perforó un pulmón al caerse de un caballo en Chicago. Hora de dejarlo, ¿no?

Eddie no. Cuatro años después ganó su primer Derby de Kentucky. Diez años después de que le dijeran que nunca sería lo bastante bueno para convertirse en jinete, ganó la Triple Corona estadounidense. Se convirtió en el único jinete que ha ganado la Triple Corona más de una vez, y durante su carrera participó en 24.092 carreras, logró 4.779 victorias y quedó entre los tres primeros en 11.888 ocasiones. No está mal para alguien "no lo bastante bueno".

Eddie Arcaco era conocido como el "Maestro" por sus compañeros. ¿No es de extrañar? Sin embargo, podría haber abandonado en cualquier momento durante esas primeras 250 derrotas y nunca habríamos oído hablar de él.

[quote]Hay que recordar que alrededor del 70% de los caballos que corren no quieren ganar. Los caballos son como las personas. No todos tienen la agresividad o la ambición de dejarse la piel para triunfar. - Eddie Arcaca[/quote]

¿Tienes la ambición y la perseverancia necesarias para triunfar? Yo creo que sí.